Hasta hace
poco la invitación era lo primero que se entregaba para comunicar la boda. Pero desde un tiempo a esta parte una tradición anglosajona se ha
colado entre las nuestras: el save the date. Literalmente, reserva la fecha.
Si queremos que nadie se pierda el gran día y que todos puedan organizarse tranquilamente, no podemos dejar de enviar un bonito save the date. Normalmente se hace llegar entre 6 y 12 meses antes. En él se anuncia la boda, incluyendo la fecha y en ocasiones la ciudad (esto último es opcional). Unos meses más tarde enviaremos la invitación de boda; el save the date no la sustituye, lo que hace es complementarla.
El save the date nos sirve
para varias cosas. En primer lugar, nos obliga a sentarnos y hacer la lista de
invitados. Muchas veces no es tarea fácil, así que, cuánto antes decidamos si
invitamos al primo segundo de la abuela, mejor. Suele decirse que nos ayuda a
tener una idea del número de asistentes, pero, en realidad, la mayoría de la
gente no confirma hasta después de recibir la invitación; eso sí, podremos descartar a aquellos que tengan muy claro que les es imposible
asistir. En segundo lugar, es perfecta
para que los invitados pongan un circulito sobre el día D y lo reserven para
vosotros (¡bien!). Por último, es una forma de hacer que las personas que vayan a desplazarse puedan organizarse mejor.
Normalmente el save the date es un anticipo del estilo de la
boda. Si lo vuestro es una boda vintage, el save the date tendrá un aire bucólico.
Si os decantáis por algo más minimalista, el save the date estará compuesto por pocos elementos de formas armónicas. Es una pieza que nos deja libres para echar a
volar la imaginación y crear imágenes más poéticas, divertidas, sorprendentes o
lo que nosotros queramos.
El formato
que suele usarse para el save the date es la imagen gráfica. Podemos, bien
imprimir una tarjeta y hacerla llegar a manos de los invitados, o bien usar esa imagen para enviarla por
email o compartirla en las redes sociales.
También podemos incluir alguna fotografía. Quizá una foto divertida de la sesión preboda o alguna otra imagen que sea especial para nosotros.
Otra forma de obtener un save the date la mar de original es hacerlo nosotros mismos. A continuación os mostramos un save the date DIY precioso que seguro os inspirará para hacer vuestra propia versión. Es una maravilla.
Y para terminar, los vídeos. Sí, muchas parejas se lanzan a protagonizar un vídeo para anunciar por todo lo alto el "¡nos casamos!". No os preocupéis, no son necesarias dotes interpretativas, solo hacen falta altas dosis de buen humor e imaginación. Aquí van algunos ejemplos para inspiraros:
También podemos incluir alguna fotografía. Quizá una foto divertida de la sesión preboda o alguna otra imagen que sea especial para nosotros.
Fuente: Style Me Pretty
Otra forma de obtener un save the date la mar de original es hacerlo nosotros mismos. A continuación os mostramos un save the date DIY precioso que seguro os inspirará para hacer vuestra propia versión. Es una maravilla.
Fuente: Molly Jackes
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