En Navidad las prisas y la falta de tiempo hacen que a veces se esfume la mejor parte del hecho de regalar. ¿Quién no ha pasado una truculenta tarde en el centro comercial esquivando a las multitudes para conseguir regalos y al final se ha llevado cualquier cosa solo por salir de allí lo antes posible? Eso anula cualquier atisbo de magia y convierte el hecho de hacer un regalo en algo que no deseamos, incluso que detestamos.
Una buena táctica para no llegar a ese fatídico punto es tomarse tiempo. Tiempo para decidir, para indagar, para encontrar ese punto común con la otra persona. Vivimos en la era de Internet, no necesitamos ni siquiera salir de casa para dar con algo que realmente nos convenza. Yo este año voy a sentarme delante del ordenador con una taza de té bien caliente y un poco de música a decidir tranquilamente los regalos. Y luego, si puedo, iré a comprarlos yo misma a alguna tienda pequeña. Porque me he propuesto que las Navidades vuelvan a gustarme. Y lo voy a conseguir.
Aquí os dejamos algunas ideas, por si os inspiran en vuestras búsquedas. Aunque seguro que con un poco de tiempo dais con algo mucho mejor. ¡Buena suerte!
Despertador de madera. Visto aquí
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